Alf B Meier Libros Populares

Alf B Meier Biografía y Hechos

El neumotórax es la acumulación de aire en la cavidad pleural, conformada como un espacio hallado entre los pulmones y el tórax.[2]​[5]​[6]​ Los síntomas suelen comenzar con dolor agudo y punzante localizado en el pecho y disnea.[1]​ En una minoría de casos, se forma una válvula unidireccional producida por el tejido dañado que provoca un aumento patológico del espacio pleural. Esto se conoce como neumotórax a tensión, una causa de choque obstructivo debido al bloqueo de la circulación sanguínea. Esta situación puede conllevar una disminución gradual de la cantidad de oxígeno en sangre y de la presión sanguínea que, de no ser tratado, puede resultar mortal.[2]​ Con rara frecuencia, el neumotórax puede darse en ambos pulmones en lo que se conoce como neumotórax bilateral.[7]​ Se denomina neumotórax espontáneo primario cuando este ocurre sin causa aparente y en ausencia de enfermedades del aparato respiratorio concomitantes.[2]​ Cuando sí existen, se habla de un neumotórax espontáneo secundario.[8]​[2]​ El tabaco aumenta el riesgo de desarrollar neumotórax espontáneo primario, mientras que las causas más comunes del espontáneo secundario son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el asma y la tuberculosis.[2]​[1]​ También existe el neumotórax traumático, que se desarrolla a partir de un traumatismo en el tórax o a consecuencia de una complicación en una intervención médica.[9]​[10]​ Además, el neumotórax puede ser de origen externo (perforación en la caja torácica) o interno (perforación en un pulmón).[11]​[12]​ Se diagnostica a través de radiografía, tomografía axial computarizada o ultrasonido y teniendo en cuenta la sintomatología del paciente. Otras enfermedades que pueden manifestarse con síntomas similares son el hemotórax (presencia de sangre en la cavidad pleural), el tromboembolismo pulmonar y el infarto agudo de miocardio.[1]​[13]​ Un neumotórax espontáneo de pequeño tamaño suele resolverse sin necesidad de tratamiento y solo requiere de vigilancia médica, especialmente en pacientes sin enfermedades respiratorias de base.[2]​ Cuando el tamaño del neumotórax es mayor, o si existe dificultad para respirar, el aire de la cavidad pleural puede eliminarse a través de un dispositivo de drenaje. Si este no consigue resolverlo es común recurrir a cirugía, que también se emplea como medida preventiva si se dan neumotórax de repetición.[2]​ Entre los tratamientos quirúrgicos más comunes se hallan la pleurodesis (que consiste en unir artificialmente las capas de la pleura entre sí) y la pleurectomía (la resección de las membranas pleurales).[2]​ El neumotórax ocurre con una incidencia de entre 17 y 23 casos por cada 100 000 personas al año, y es más común en hombres que en mujeres.[2]​[4]​ «Neumotórax» es una palabra compuesta formada al combinar las dos voces del griego clásico πνεύμα (pneuma-, aire) y θώραξ (zórax-, tórax).[14]​ Historia Una descripción del neumotórax traumático a partir de fracturas costales aparece en la obra Cirugía Imperial del cirujano turco Şerafeddin Sabuncuoğlu (1385–1468), en la que recomienda tratarlo con drenaje simple.[15]​[16]​ El concepto de neumotórax se describió en el año 1803 por Jean Itard, alumno de René Laënnec,[17]​ quien también proporcionó una amplia descripción de las características clínicas en 1819.[14]​[18]​[19]​ Aunque Itard y Laennec reconocían que algunos casos no eran provocados por tuberculosis —que, por aquel entonces, era la causa principal de neumotórax—, el concepto de neumotórax espontáneo en ausencia de esa enfermedad no se introduciría hasta 1932 por el doctor danés Hans Kjærgaard.[20]​[21]​[22]​ Antes de que se introdujesen las terapias de tratamiento para la tuberculosis, los propios profesionales de la salud inducían el neumotórax con intencionalidad terapéutica con el objetivo de hacer colapsar un lóbulo pulmonar en pacientes con cavitaciones pulmonares. Este proceso se hacía bajo el razonamiento clínico de que realizándolo se «deja descansar» al pulmón y fue introducido por el cirujano italiano Carlo Forlanini en 1888 y publicado por el cirujano estadounidense John Benjamin Murphy a principios del siglo XX. Murphy hacía uso de la entonces reciente tecnología radiográfica para producir neumotórax del tamaño adecuado.[23]​ Epidemiología El neumotórax espontáneo primario ocurre, sobre todo, entre los 20 y los 30 años de edad. La tasa de incidencia de este es de 7,4 casos por cada 100 000 personas en hombres y de 1,2 por cada 100 000 en mujeres en países industrializados.[24]​ Los individuos con estatura significativamente superior a la media también son más propensos a padecerlo: en sujetos que miden 1,93 metros de alto o más la tasa aumenta a 200 casos por cada 100 000 al año. Asimismo, el neumotórax aparece con mayor frecuencia en personas de complexión delgada.[24]​ El riesgo de desarrollar neumotórax aumenta entre los fumadores, siendo este 22 y 9 veces mayor en hombres y mujeres fumadores, respectivamente, y en comparación con los no fumadores. También influye la cantidad de cigarrillos consumidos: un hombre que fuma 10 cigarrillos al día posee un riesgo 20 veces mayor de desarrollarlo respecto a los no fumadores, mientras que para uno que fuma 20 cigarrillos al día este es 102 veces mayor.[24]​[25]​ El neumotórax secundario, sin embargo, es más común en pacientes de mayor edad (60-65 años), con una frecuencia de diagnóstico anual de 6,3 casos por cada 100 000 personas en hombres y 2 casos por cada 100 000 personas en mujeres.[25]​ En pacientes de EPOC es de 26 casos por cada 100 000 pacientes.[26]​ La mayor causa de neumotórax secundario de origen iatrogénico es a través de la realización de una punción transtorácica (a menudo con el objetivo de tomar una muestra de tejido a través de una biopsia), seguida de la intervención realizada para introducir un catéter venoso central. El neumotórax iatrogénico ocurre con más frecuencia que el neumotórax espontáneo, con una incidencia hospitalaria de 5 casos por cada 10 000 altas de hospital.[25]​ La mayoría de los casos de recidiva ocurren en el primer año, con porcentajes que varían entre el 25 % y el 50 %; y esta es mayor en los 30 años posteriores al primer neumotórax.[25]​ La letalidad entre pacientes de neumotórax es muy baja (excepto en los casos de neumotórax a tensión), con una tasa de letalidad de 1,26 y 0,62 muertes por cada millón de personas al año en hombres y mujeres, respectivamente.[20]​ El riesgo es ligeramente mayor en personas de mayor edad y en aquellas con neumotórax secundario.[27]​ Causas Neumotórax espontáneo Este tipo de neumotórax se subdivide en dos subtipos: primario, que se da cuando ocurre en ausencia de patología base; y secundario, que ocurre en caso contrario. La causa del neumotórax espontáneo primario es desconocida, aunque se han identificado varios factores de riesgo como la presencia de la enfermedad en la familia, el sexo masculino o el tabaco (tanto cigarrillos como cannabis).[28]​[29]​[2]​ El neumotórax espon.... Descubre los libros populares de Alf B Meier. Encuentra los 100 libros más populares de Alf B Meier

.

Best Seller Alf B Meier Libros de 2024

  • A Brief History of Perpetual Motion sinopsis y comentarios

    A Brief History of Perpetual Motion

    Alf B. Meier

    Since the 12th century inventors and scientist have been describing machines that "moved forever" and "generated work without input".A Brief History of Perpetual Motion takes a loo...

  • Footnotes in History sinopsis y comentarios

    Footnotes in History

    Alf B. Meier

    What they're saying about Footnotes in History:It’s an interesting read, but in no way academic and schoolmasterly. It will, if nothing else, give you a few real, littleknown facts...